viernes, 30 de noviembre de 2007

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Fundación Bioandina Argentina



Conservación del Cóndor Andino

Reseña del Proyecto



Durante miles de años, el Cóndor Andino, el ave voladora más grande del mundo, ha sido venerado por las comunidades originarias de Sudamérica, quienes lo han considerado el Espíritu mismo de los Andes, un nexo sagrado entre los hombres y Dios.
Si bien fue abundante en otro tiempo, este animal emblemático, eslabón simbólico con nuestro pasado cultural, se ha convertido hoy, lamentablemente, en un desafío de conservación.
En Agosto de 1991, en Pampa de Achala, Córdoba, Argentina, se dio origen al Proyecto de Conservación Cóndor Andino (PCCA). Este proyecto está organizado por el ZOO de Buenos Aires, la Fundación Temaikén y la Fundación Bioandina Argentina y cuenta con el apoyo de prestigiosas instituciones, nacionales e internacionales.
Su principal objetivo es asistir a la conservación de estas fabulosas aves y su majestuoso ecosistema, a todo lo largo de la cordillera, para asegurar la supervivencia de quien es considerado el Espíritu viviente de los Andes.

Distribución y Problemática actual


El antecedente de extinción del Cóndor Californiano, en América del Norte, quien ocupa el mismo nicho ecológico y sufre las mismas presiones de selección que el andino, pesa sobre la existencia del Cóndor de los Andes. Estados Unidos ha invertido más de 20 millones de dólares, desde 1987, para tratar de conservar los últimos ejemplares silvestres y aún su destino es incierto. Si bien Argentina posee las mejores poblaciones de Cóndores en Sudamérica, es evidente que no debemos esperar a llegar al punto en que se encontró el Cóndor Californiano, para tomar medidas de conservación.



En Sudamérica, el Cóndor Andino ha comenzado a dar síntomas de extinción. Se ha declarado extinto en Venezuela en 1965, en Colombia y Ecuador sobreviven menos de 100 ejemplares silvestres, Perú y Bolivia vieron reducidas sus poblaciones naturales y si bien Argentina y Chile sostienen las mejores poblaciones silvestres, ya se han registrado extinciones locales, como en la costa del Atlántico en la Patagonia Argentina, donde naturalistas de mediados de 1800, como Charles Darwin o Perito Moreno, encontraban poblaciones abundantes de esta especie, en sitios donde hoy ya no existen.


Las causas que hacen a la retracción de esta especie están ligadas a la actividad humana. La errónea creencia que el Cóndor mata el ganado para comer, cuando en realidad es carroñero, ha hecho que se lo considere una plaga y que se lo mate injustificadamente. Además, las muertes por consumo de cebos tóxicos, la disminución de alimento en algunas áreas, la expansión de las ciudades, la alteración de su medio y principalmente la situación de desinformación que existe sobre esta especie han llevado al Cóndor Andino a su situación actual.


Gracias a miles de horas de observación, sabemos que el Cóndor Andino es un animal carroñero, es decir que se alimenta de animales muertos. De esta forma, evita la acumulación de cadáveres, previniendo la formación de focos de infección y cumpliendo un invalorable rol, como basurero natural, en el mantenimiento del equilibrio en el ecosistema andino. Asi mismo, gracias a su poderoso pico, juega un papel fundamental en la cadena alimenticia, dado que es el encargado de abrir los cueros de grandes animales muertos, permitiendo de esta manera, que otros carroñeros menores, puedan acceder al recurso alimenticio.

Conservación del Cóndor Andino

Video del cóndor

El zorro y el cóndor

miércoles, 19 de septiembre de 2007